El tul de Giambattista Valli en la Semana de Alta Costura de París

Giambattista Valli y la considerada como su mejor colección de los últimos años. La presentación de esta colección tuvo lugar el pasado lunes únicamente en los pasillos del Museo de los Archivos Nacionales, en el corazón de la Alta Costura, París.

El italiano apostó una vez más por el tul, con faldas y vestidos muy voluminosos, las cuales se han convertido ya en un sello de la marca. Prendas que son elegidas por gran multitud de celebrities para posar frente a la alfombra roja de cualquier acontecimiento.

Una colección que recordaba  la magia que envuelve la Alta Costura, ese mundo irreal al que solo los más influyentes del sector pueden acceder. Su elevado precio no es indiferente para nadie, pero nos recuerda las largas horas de trabajo que llevan tras de sí, un trabajo realizado a mano, por grandes costureras, sin duda alguna, esas prendas valen lo que cuestan.

Para el día apuesta por una sencillez muy elegante, estampados florales y colores limpios. Vestidos corto y pantalones de seda, acompañados de una de sus prendas favoritas, las túnicas. Estas  iban dejando paso a la prenda más llamativa de la colección, vestidos que recordaban a un algodón de azúcar. Tenemos más que  clara la dificultad de llevar estas prendas, sus grandes dimensiones, que son como poco llamativa y llenas de fantasía. Porque si hay algo que nos ha dejado claro del 2016, es que el tul se ha convertido en la tela de moda y Giambattista ha sido siempre partidario de añadirla a sus vestidos.