Zapatos de Cenicienta. Era sé una vez un cuento, donde una chica antes de ser princesa, disfrutaba de unos hermosos zapatos… yo soñaba a ser esa Cenicienta, en un cuento que siempre acababa lleno de príncipes y nunca conseguía calzar esos magníficos zapatos…
Despertaba y pufffff, todo se esfumaba…no había ni un zapato, ni príncipes ¿y mi calabaza? sería que en mi cabeza existían muchos cuentos…
Y crecí, como cenicienta en su cuento…preparándome para un gran baile.
Preparándome para ser la princesa de mi propio baile, sin estrenar vestido, más bien un básic, White shirt, jeans, salon medium heel color black de Zara…si si, rompiendo un poco con un bolso de pelo de Hannibal Laguna que me tiene loca
Tampoco me proponía pasar el baile deshojando margaritas, he venido a bailar, hasta que aguante en mis tacones de Pepe Castell
Y supe, que si perdía un zapato, teniendo el otro, podía crear otro igual…
Ahora me siento en mi trono «improvisado» y sólita, me calzo los zapatos, soy la «princesita» traviesa, que ama a los zapatos, más que los cuentos de hadas…. este es mi cuento y sí, en el sólo existen zapatos….